BOSQUES DEL HORROR: 5 EJEMPLOS DE LA GEOGRAFÍA DEL MIEDO




Ilustración de David Gómez realizada expresamente para nuestro artículo




La noche del 31 de octubre se ha convertido en una celebración mundial de lo macabro y lo terrorífico, es por ello que este año no queremos perder nuestra tradición de mostraros la parte más oscura del bosque, sumando esta entrada a las ya existentes sobre la Santa Compaña y la relación entre el bosque y la brujería. En esta ocasión hemos preparado un “tour” por algunos de los bosques más terroríficos de la geografía mundial.


No os vamos a aburrir de nuevo con la doble faceta de la naturaleza imaginada a la que tantas veces hemos hecho referencia, mejor os recordamos el enlace que os llevará directamente a la que fue nuestra primera entrada del blog. Una vez refrescada la memoria os invitamos a adentraros en el temido locus horridus, en la selva negra donde reinan los susurros y las sombras. Hay lugares que quedan marcados, bien sea por acontecimientos trágicos o por la leyenda que se genera alrededor de los mismos y estos bosques son buena prueba de ello. Anteriormente dedicamos una entrada a la leyenda generada a raíz de la película The Blair Witch Project, desarrollada en las Black Hills y que irremediablemente dejó marcado su bosque como refugio de la vengativa bruja. Pero no hace falta que nos vayamos tan lejos pues en la península, más concretamente en Navarra, encontramos el bosque de Sorginariztaga o Robledal de las brujas.


Una de las principales características de estos bosques es su capacidad de repeler incluso bajo la luz diurna. Ya comentamos que la percepción del paisaje puede cambiar dependiendo del estado de ánimo del individuo o de los acontecimientos desarrollados en el territorio, aun así, hay algunos lugares que permanecen impregnados, digamos, “a tiempo completo”.

En cuanto a la actividad dentro de los mismos, es bastante habitual encontrar patrones que se repiten en prácticamente todos ellos y que podemos clasificar como:





La base que sustenta la “mitología” de estos lugares puede venir dada por el folklore previo —antiguos asentamientos nativos, lugares relacionados con religiones y creencias previas, enclaves sacrificiales, etc.—; seguida del amplio término de fenómeno paranormal, que engloba relatos, supersticiones, actos violentos, apariciones etc., y en ocasiones mezclado con la ufología. Atraídos por este cúmulo de fenomenología, grupúsculos sectarios llegan a estos lugares para llevar a cabo sus actividades, lo cual, dependiendo de la finalidad y sentido de sus prácticas, otorgarán más o menos peso a la historia del bosque en particular; por ejemplo, la actividad de una secta relacionado con lo demoníaco ensombrecerá más la “reputación” del lugar en cuestión debido a su ya de por sí mala consideración social.


¿Todo esto basta para mantener al ser humano alejado de estos sitios? La respuesta rotunda es no. Estos lugares siguen siendo ecosistemas vivos, con su vida y ajetreo normal, que atrae la atención de los estudiosos. Pero no sólo un interés científico promueve el trasiego de personas por estos bosques, el turismo es quizás uno de los mayores motores. Alguno/a os preguntaréis, ¿pero a quién le va a interesar visitar un bosque con tal reputación? Aunque pueda costar entenderlo, es algo muy real, y se conoce con el nombre de “Dark Tourism”. Y es que, amigos y amigas, al ser humano le apasiona el morbo. Bien es verdad que muchos de estos lugares pueden visitarse en horario diurno, esto no quita que algunas personas decidan aventurarse por cuenta y riesgo propios con nocturnidad y alevosía. 


Sin más dilación, y teniendo en cuenta estas consideraciones previas, cojamos linterna y mochila de supervivencia para adentrarnos en algunos de los bosques más temidos de la geografía mundial.



Aokigahara

Quizás o suene más si lo renombramos como “el bosque de los suicidas”. Se encuentra en Japón, al noroeste de la base del Monte Fuji. Aokigahara es su nombre oficial, pero es más conocido como jukai (mar de árboles). Este bosque creció sobre roca volcánica, y su geografía es bastante abrupta. Su flora, compuesta por coníferas y matorrales, añade densidad, y es que al entrar en el mismo se avisa del peligro de pérdida. A causa de esto, es habitual encontrar largos metros de cinta enganchados entre los árboles para facilitar el camino de vuelta al exterior.

Cartel disuasorio a la entrada de Aokigahara. Fuente: thenypost

¿Por qué se popularizó este bosque? ¿Por su gran variedad de mariposas? Tememos que no; más bien por un fenómeno humano, pues posee el dudoso honor de ser el lugar del mundo más apreciado por los suicidas para morir. Gran cantidad de personas, agobiadas por las presiones de la comunidad en sus entornos sociales, deciden huir a Aokigahara para acabar con su vida. Esta actividad llegó a ser tan habitual —una media variable de entre unos 50-100 suicidios al año— que el gobierno actuó con varias opciones disuasorias: carteles informativos, departamentos de ayuda, música, etc. A pesar de la gran afluencia de personas, esta actividad es relativamente reciente —alrededor de los años 60—, pues antiguamente se constataban abandonos (ubasute) de ancianos provenientes de familias poco pudientes, pero no alcanzaban estos altos porcentajes. Como consecuencia de esta actividad, también se asocia este bosque con los yūrei.


Ubasute no Tsuki, de Yoshitoshi. Fuente: Wikipedia

Y si anteriormente no era habitual esta acción ¿cuál fue el motor que impulsó a las personas a acudir a este bosque? Popularmente se atribuye a una obra literaria de Seichō Matsumoto, titulada Nami no Tō (Torre de Ola) y publicada en 1961. Se supone que el primer grupo de víctimas lo conformarían parejas con problemas y personas desempleadas.



Hoia – Baciu

Luz no identificada en Hoia Baciu. Fuente: hoiabaciuforest

Se encuentra al noroeste de Rumanía, cerca de Cluj-Napoca, la capital histórica de la región de Transilvania. Este bosque es conocido como “El Triángulo de las Bermudas” rumano, pues su leyenda la conforman apariciones espectrales, fenómenos ufológicos, apariciones en fotografías… junto a sensaciones físicas de ansiedad, náuseas, inquietud, etc.

¿Por qué recibe este nombre? Una de las leyendas cuenta que un pastor desapareció misteriosamente con su rebaño de 200 ovejas en un claro del interior del bosque, lo que, según la leyenda, justificaría los sucesos paranormales.

Fue en las décadas de los 60 y 70 cuando comenzaron a salir a la luz las primeras noticias sobre avistamientos de objetos no identificados y luces desconocidas, por lo que este bosque hace las delicias de los aficionados a la ufología.

La denominación de Triángulo de las Bermudas responde a la enorme mezcla de fenómenos que supuestamente se producen dentro y los testimonios que relatan la pérdida de noción temporal y espacial, como si el bosque fuera una especie de portal.



Xochimilco

Más conocida como “La isla de las muñecas”, se encuentra en el canal de Xochimilco, al sur de ciudad de México. Como bien dice su nombre, el principal atractivo de este lugar son las numerosas muñecas que se encuentran repartidas por todo el perímetro. ¿Por qué? Bien, la isla pertenecía a Julián Santana Barrera, quien colgó estas muñecas para ahuyentar al fantasma de una niña que murió ahogada en ese lugar.

Muñecas colgadas en Xochimilco. Fuente: Wikipedia



Triángulo de Bridgewater

Se encuentra en Massachussets, Estados Unidos, y abarca una extensa área de 200 millas, en cuyo centro se encuentra el pantano Hockomock. Con este bosque ocurre lo mismo que con Hoia Baciu, recibe la denominación de triángulo por las similitudes con el famoso caso “Bermudas”.

Fuente: Taringa

Como suele ocurrir, toda leyenda se remonta a su pasado más remoto, y en Estados Unidos a su historia nativa. El nombre de este lago puede traducirse como “el lugar donde habitan los espíritus” y se cuenta que la historia negra de este bosque comienza con una maldición de la tribu al tener que dejar sus tierras.

En su listado de fenómenos contamos apariciones, avistamientos de Bigfoot, casos ovni, bolas de fuego y luces inexplicables, pérdida de noción espacio-temporal, animales de gran envergadura y algo más real que lo anteriormente citado, restos de ritos satánicos llevados a cabo por Carl Drew, quien supuestamente sacrificó tres víctimas humanas entre 1979 y 1980. 


Cartel sobre Bigfoot en Bridgewater. Fuente


Bosque de Puckley, “el bosque de los gritos”

Puckley es un encantador pueblo situado en el distrito de Kent, encantador y ¡encantado!, y es que resulta que entre sus habitantes se encontraban unos 12 fantasmas. Además de su leyenda sobrenatural, este pueblo es bastante conocido por toda la documentación histórica en la que aparece.

¿A qué le debe su nombre? La leyenda cuenta que sollozos y gritos componen la banda sonora de esta espesura, y es quizás la historia de Robert du Bois la culpable de ello. Se cuenta que este bandido entró en el bosque huyendo de una persecución y entró en el hueco de un árbol para esconderse. Allí fue hallado muerto por las autoridades y desde ese día se cuenta que los gritos salen despedidos de ese mismo árbol. 






¡Os espero entre las hojas!




FUENTES CONSULTADAS

MULTIMEDIA

ILUSTRACIÓN

Si os ha gustado la ilustración que encabeza nuestra entrada, no tenéis más que seguir a nuestro ilustrador amigo David Gómez. Aquí os dejamos su perfil de Instagram para que echéis un ojo a su trabajo.

Comentarios

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Muy interesante este blog. Lo he descubierto hace poco y me alegra de que siga en activo. Me interesa todo lo quetega que ver con los árboles y su espacio: el bosque. Un saludo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares